El fabricante taiwanés Compal ha sido el último en alcanzar un acuerdo de patentes con Microsoft que les obliga a pagar cierta cantidad a la compañía de Redmond por cada dispositivo Android que comercialicen.
De esta forma, Compal tendrá que abonar una cantidad que no ha sido revelada por cada tablet, teléfono, ereader o cualquier otro dispositivo gobernado por Android que vendan para compensar las presuntas violaciones de patente en las que incurre este software.
Con la firma de este acuerdo, Compal se une a la lista de compañías que ya pagan a Microsoft por cada producto Android que venden como es el caso de HTC, Samsung, Velocity Micro, Itronix, Wistron, Acer, ViewSonic y Quanta.
“Estamos orgullosos del éxito de nuestro programa de licencias para la resolución de asuntos de propiedad intelectual relacionados con dispositivos Android y Chrome”, asegura Horacio Gutiérrez, vicepresidente de Propiedad Intelectual en Microsoft.
Lo que empezó casi como una anécdota se ha convertido en un auténtico problema para los fabricantes y para Google, ya que en estos momentos Microsoft recibe dinero de la mitad de los dispositivos Android que se comercializan en todo el mundo.
Se desconoce la cantidad exacta que se paga por cada producto, pero podría estar entre 3 y 6 dólares. Esta fuente de ingresos es poco representativa si se tiene en cuenta la facturación total de Microsoft, pero al parecer es superior a la cantidad que la compañía está ingresado con la venta de terminales Windows Phone.
Además, hay quien considera que el objetivo final de Steve Ballmer y lo suyos no es obtener beneficios a través de estos acuerdos, sino apoyar a su propia plataforma Windows Phone perjudicando la relación entre Android y los fabricantes.