La causa judicial más grande en la lucha contra la piratería en internet suma un nuevo revés para el FBI. La jueza neocelandeza determinó que las órdenes de registro contra la propiedad de Kim Dotcom fueron ilegales.
A medida que avanza el caso contra Kim “Dotcom” Schmitz y seis de sus colaboradores, acusados de facilitar la piratería de música y películas desde el hoy desaparecido portal Megaupload.com, el FBI empieza a aferrarse a una única opción: que les sea aprobada la extradición del millonario empresario para juzgarlo en suelo estadounidense.
La causa judicial es una apuesta gigante del gobierno estadounidense para luchar contra la piratería en internet. Si consiguen que Schmitz sea condenado por los cargos que pesan en su contra, el emprendedor alemán podría llegar a pasar hasta 20 años en prisión.
Sin embargo, por el momento, el robusto Dotcom está acumulando pequeñas decisiones judiciales que lo favorecen y el apoyo público de personalidades como Steve Wozniak, co-fundador de Apple, y el famoso ex-hacker Kevin Mitnick, quien le dijo a Schmitz “Espero que ganes”.
Allanamiento ilegal
Esta semana, la jueza Helen Winkelmann, que sigue el caso en Nueva Zelanda, donde Schmitz fue detenido, indicó en un fallo que las órdenes de registro aplicadas para allanar la mansión que el empresario alquilaba en las afueras de Auckland fueron ilegales.
En las órdenes judiciales emitidas que movilizaron a la policía local a pedido del FBI, no se detallaba con exactitud el tipo de material que se debía buscar y confiscar dentro de la propiedad, ni su importancia para la causa. “Fueron órdenes de registro generalizadas y, como tales, inválidas,” estableció la jueza.
Con el mismo calificativo se refirió a las copias realizadas de 135 computadoras y discos rígidos confiscados en el allanamiento, que se realizaron sin autorización de Kim Dotcom. Los discos clonados fueron enviados a Estados Unidos y entregados al FBI sin que los abogados defensores de los acusados fueran informados del procedimiento.
El mes pasado, la jueza Winkelmann ya había estado cara a cara con Schmitz, que rompió en llanto al relatar la violencia del operativo policial que culminó en su arresto después que los oficiales arrancaron la puerta de la habitación segura en la que se había encerrado. Uno de los abogados del empresario de 42 años aseguró que la policía lo “arrancó de su familia” en lo que consideró un “exceso de autoridad”. Al finalizar la audiencia, la jueza autorizó a Dotcom a ser liberado bajo fianza. También le permitió regresar a la mansión que alquila en Coatesville, donde se llevó a cabo el allanamiento el 19 de enero pasado, y recuperar parte de sus fondos que habían sido retenidos por el FBI.
El FBI apuesta a la extradición
La corte envió la orden para que un abogado independiente revise el material incautado y separe todo lo que sea relevante para la causa. Aquello que sea considerado “irrelevante” será devuelto a Kim Schmitz.
El FBI apuesta a que la revisión lleve tiempo, para llegar tranquilos a la audiencia de extradición pautada para principios de agosto, cuando podrían recibir la autorización para llevar al creador de Megaupload a Estados Unidos y juzgarlo en el Distrito Este de Virginia, donde la causa ya está en marcha.
Sin embargo, dos fechas importantes separan a la agencia norteamericana de esa posibilidad. Se espera que mañana viernes los abogados de Kim Dotcom se presenten ante del juez estadounidense con la decisión de la jueza Winkelmann, y reclamen que los cargos contra su cliente sean retirados.
Para el 4 de julio, Winkelmann estableció una audiencia para determinar el futuro de la causa, donde Megaupload podrá argumentar que al ser ilegales los allanamientos, toda la confiscación de bienes fue ilegal y pedir su reintegro, dejando al FBI sin más evidencia que la contenida en los 25 millones de GB que conformaban el desaparecido portal web.
Por el momento, Kim Dotcom parece lejos de poder ganar el juicio más importante en la lucha contra la piratería online, pero sigue sumando pequeñas victorias.