En la misma semana que la compañía de Redmond presentó la primera tablet con su marca, un analista de Wall Street asegura que Microsoft está trabajando en un celular inteligente propio.
Pronto, Microsoft dejará de ser el “gigante del software”. No porque vaya a tirar la toalla y dejar los mercados móviles y de PCs en manos de sus rivales, sino porque por primera vez en 37 años dejará de limitarse al soft y se volcará también al hardware.

Ya lo vimos plasmado esta semana cuando el mismo Steve Ballmer, CEO de Microsoft, presentó la primera línea de tablets con la marca de la compañía. Las Microsoft Surface, con Windows 8, saldrán a la venta en los próximos meses y competirán con los partners de Redmond (como Dell, que ya está trabajando en tablets con ese sistema operativo).

Ayer, Rick Sherlund, un analista de Wall Street que viene siguiendo planes y proyectos de Microsoft desde que la compañía debutó en bolsa en 1986, escribió: “Nuestras fuentes industriales nos dicen que Microsoft podría estar trabajando con un fabricante contratado para desarrollar su propio smartphone con Windows Phone 8.”

“No queda claro si se tratará de una plataforma de referencia o si será un equipo con la marca Microsoft que llegará efectivamente al mercado,” agregó.

Esta semana, además de las Microsoft Surface, la compañía fundada por Bill Gates presentó Windows Phone 8, la nueva versión de su sistema operativo para dispositivos celulares inteligentes. Es evidente su deseo de pisar fuerte en el mercado móvil. Después de todo, es fundamental para su subsistencia si la clásica PC, principal punto fuerte de venta de Windows, termina quedando en el olvido.

¿Serán los equipos con marca propia una manera de “motivar” a los partners para que trabajen en modelos más competitivos? ¿O un cambio de estrategia decidido, para acercarse a otros desarrolladores de software y hardware exitosos como Apple?

Está por verse. Todo parece indicar que Microsoft comprendió que era momento de cambiar. Y lo está haciendo.